Si estás pensando y diseñando cómo será el hogar en que crearás todo tipo de recuerdos junto a tu familia o tus seres queridos, una de las primeras preguntas que debemos responder es si queremos construir una casa de una planta o de dos pisos.
Es cierto que en ésta decisión no solo influyen nuestros deseos, sino también el tamaño del terreno, el presupuesto disponible y muchos otros factores. Además es preciso saber que ambos tipos de construcciones tienen sus ventajas y desventajas.
Una vez tomada ésta primera decisión deberemos seguir tomando decisiones, tal vez ya más abocadas al aspecto estético que adoptará la casa.
Casas bonitas
Definir que es una casa bonita, o que tiene que tener para serlo no es una tarea simple, ya que lo que para algunas personas puede resultar hermosamente interesante y atractivo, tal vez para otros pueda resultar indiferente o incluso desagradable.
Por ello, en lugar de hablar de fachadas de casas bonitas o fachadas feas, nos detendremos en una serie de aspectos de acuerdo a cada modelo para que tú mismo puedas determinar cuál es y cuál no lo es.
Fachadas de un piso con techo plano
Los tejados planos pueden darnos muchas posibilidades de construcción y decoración, ya que su terminación es sencilla y discreta.
Este tipo de cobertura puede ser aplicado tanto en casas tradicionales, como modernas, minimalistas o incluso rústicas. Aunque tal vez a las que mejor se adapte sea en las casas modernas y minimalistas. Tal y como podemos ver en éstos tres diseños.
Aquí los frentes son simples, pero ésta simpleza y sus líneas rectas las hacen particularmente bonitas y llamativas, sin resultar cargadas.
Este es el tipo de acabado y estilo que debemos buscar si queremos una fachada que no pase de moda, y que tampoco sea demasiado difícil de mantener.
Casas bonitas con techos a 2 y 4 aguas
Otros dos tipos de techos que podemos tener en cuenta, sobre todo si no planeamos extender la construcción hacia arriba en el futuro, son los tejados a 2 y 4 aguas.
Estos techos le dan mejor presencia al exterior de la vivienda, constituyéndose en sí mismos como un elemento decorativo del conjunto de la construcción. Pueden ser confeccionados en múltiples materiales como chapas, madera, tejas asfálticas o de terracota, etcétera.
El blanco como denominador común
El color blanco es un excelente aliado para pintar la fachada, ya que es muy sencillo de retocar, al tiempo que mantiene fresca la construcción sobre todo durante los meses de verano.
Claro está que no es necesario emplearlo de manera excluyente, podemos combinarlo con otros tonos de pintura o incluso con otros materiales de revestimiento para exteriores como piedra, madera, cerámicos y más.